Dosis y cómo aplicar Supositorios Glicerina Rovi Adultos
- La dosis normal es: Administrar 1 supositorio al día, cuando sea necesario, o según la prescripción del médico.
Forma de Administración de Supositorios de Glicerina Adultos
Tras sacar el supositorio del blister, introduzca el supositorio profundamente en el recto. Reprima la evacuación lo máximo posible con el fin de que el medicamento pueda ejercer su acción.
No se debe utilizar el medicamento durante más de 7 días seguidos. Si los síntomas no mejoran debe suspender el tratamiento y consultar al médico.
Consejos al paciente
- Antes de iniciar un tratamiento frente al estreñimiento, se deberían modificar los hábitos de vida. Se recomienda una ingesta diaria adecuada de líquidos y fibra, responder de forma rápida al estímulo de la defecación y realizar ejercicio físico.
- Este medicamento no debe ser utilizado por pacientes con obstrucciones intestinales.
- Consulte con su médico y/o farmacéutico en caso de empeoramiento del estreñimiento, o si aparecen síntomas como náuseas o vómitos, hinchazón abdominal o fiebre.
Antes de aplicar Supositorios de Glicerina Adultos
No use Supositorios de Glicerina Rovi Adultos:
- Si es alérgico (hipersensible) al glicerol o a cualquiera de los demás componentes de este medicamento.
- Si padece afecciones anorectales, rectocolitis hemorrágica (un tipo de inflamación crónica del intestino) y hemorroides inflamadas.
- Si tiene retortijones, cólicos, náuseas, vómitos u otros signos de apendicitis, obstrucción intestinal, enfermedades intestinales inflamatorias agudas o, en general, cualquier situación de dolor abdominal, sin conocer la causa que los produce
- En niños.
Embarazo y lactancia
En el embarazo, este medicamento se utilizará según criterio médico
El glicerol administrado por vía rectal apenas se absorbe, y se desconoce si se excreta con leche. No hay estudios que determinen las posibles consecuencias en el lactante, por lo que aunque se acepta su uso, deben extremarse las precauciones.
Niños y ancianos
No se aconseja su utilización en niños menores de 12 años.
No se han descrito problemas específicos en este grupo de edad, aunque la utilización de laxantes en pacientes ancianos de manera crónica puede desencadenar fenómenos de hipotensión ortostática, debilidad y descoordinación motora debido a la pérdida de líquido y electrolitos.