Dosis y cómo tomar Pranzo
Siga estas instrucciones a menos que su médico le haya dado otras distintas. Consulte a su médico o
farmacéutico si tiene dudas.
Este medicamento se toma utilizando la cuchara dosificadora doble de 2 ml y 4 ml.
En niños:
La dosis diaria normal es de 1 cucharadita pequeña (2 ml) por cada 4 kg de peso.
A modo de orientación, se recomienda la siguiente pauta posológica:
- 8 a 12 kg 4 a 6 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
- 13 a 16 kg 6 a 8 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
- 17 a 20 kg 8 a 10 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
- 21 a 24 kg 10 a 12 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
-
25 a 28 kg 12 a 14 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
- 29 a 32 kg 14 a 16 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
-
33 a 36 kg 16 a 18 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
- 37 a 40 kg 18 a 20 ml al día repartidos en 3 ó 4 tomas al día
En adultos:
La dosis diaria normal es de 1 cucharada grande (4 ml) por cada 10 kg de peso.
El total debe repartirse en 3 ó 4 tomas al día. No sobrepasar más de 5 cucharadas de 4 ml al día (20 ml).
Tomar antes de las comidas.
Si los síntomas empeoran o persisten después de 30 días, debe consultar a un médico
Antes de tomar Pranzo
No tome PRANZO:
- Si es alérgico (hipersensible) a la ciproheptadina o a cualquiera de los demás componentes de
PRANZO.
- En caso de crisis asmática.
- En caso de porfiria (trastorno hereditario de la hemoglobina de la sangre).
Tenga especial cuidado con PRANZO:
- Si presenta historial de asma bronquial, hipertiroidismo, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y
presión intraocular aumentada.
El buen sabor de PRANZO puede inducir a los niños a ingerir cantidades excesivas del medicamento, por
lo que conviene mantenerlo fuera de su alcance.
La dosis diaria normal es de 1 cucharadita pequeña (2 ml) por cada 4 kg de peso en niños
Embarazo y lactancia
En humanos no hay estudios adecuados ni bien controlados. No obstante, existen casos aislados de niños con labio leporino e hipospadias con el uso de ciproheptadina durante el primer trimestre, aunque no se puede establecer una relación causal. La ciproheptadina se ha utilizado para prevenir el aborto espontaneo en pacientes con elevada producción de serotonina y en el tratamiento del síndrome de Cushing sin que se observasen problemas congénitos con respecto a su uso. El uso de este medicamento sólo se acepta en caso de ausencia de alternativas terapéuticas más seguras.
Se ignora si este medicamento es excretado en cantidades significativas con la leche materna, y si ello pudiese afectar al niño. Se recomienda suspender la lactancia materna o evitar la administración de este medicamento.
Niños y ancianos
La seguridad y eficacia de la ciproheptadina no han sido establecidas en niños menores de 2 años. No se recomienda su uso en prematuros ni recién nacidos debido a que son más sensibles a los efectos secundarios anticolinérgicos de los antihistamínicos, tales como excitación del SNC. En niños mayores sometidos a tratamiento con antihistamínicos puede producirse una reacción paradójica caracterizada por hiperexcitabilidad.
En ancianos en tratamiento con antihistamínicos, es más probable que aparezca mareos, sedación, confusión e hipotensión, así mismo puede producirse una reacción paradójica caracterizada por hiperexcitabilidad. Los pacientes geriátricos son más sensibles a los efectos secundarios anticolinérgicos de los antihistamínicos, tales como sequedad de boca y retención urinaria. Si estos efectos persisten o son graves, probablemente se deberá de suspender la medicación.